Capítulo 5.♥ La Rusa.


Enero: frío invernal. Comienza a llover.
               
Arthur y Holly se despidieron después de una agradable compañía. Holly se prometió a sí misma que ambos volverían a encontrarse en un futuro. Estaba segura de que sería así, de que no sería su primer y su último 'Adiós'.
Cogió sus maletas y las subió al sexto piso del hotel. Estaba deprimida. Odiaba aquel hotel. Era grande y resultaba confortable estar allí, pero se sentía pobre ya que no tenía dinero suficiente para vivir en una casa propia. 'Patético' se dijo. Después entró y vio a Ethan tumbado sobre la cama, cantando a One Direction mientras movía los brazos de manera cómica. Holly se asustó. Cada vez que Ethan hacía algo estúpido o cantaba a un grupo que odiaba era porque había hecho algo mal.
- You're welcome! -sí, había que asustarse.

*****
Sam no podía seguir así o explotaría y la explosión llegaría a límites insospechados. Un lavavajillas vacío. Siempre vacío y un montón de platos acumulados en el fregadero. Le tocaba a Liam limpiar y ahí estaba, tumbado en el sofá bebiendo una cerveza y apestando a sexo recién hecho. Se rascó en sus partes... Estaba claro que Liam era el prototipo de hombre nacido para 'Hacer el amor y tocarse los cojones'. El ruido de unos tacones hizo eco por todo el pasillo. Fue entonces cuando una chica joven, morena y con los ojos anonimos (por llevar unas gafas) apareció en la puerta de la cocina con una gran sonrisa. Se lanzó a los labios de Sam sin dudarlo. Sam había recibido besos bestiales, pero aquel era DEMASIADO bestial. A traves de las gafas de la chica, Sam se dio cuenta de que esta le miraba a los ojos. Luego fue a por una taza, cogió un break de leche y rebosó el vaso. Ni café, ni Cola-Cao y tampoco un paso por el microondas. Salió por la puerta y desapareció. Ella era 'Como Pedro por su casa'.
- Increíble, ¿verdad? -gritó Liam desde el salón-. La conocí anoche en una discoteca y la traje aquí. Es una fiera en la cama. Jamás me habían hecho tantas cosas a la vez. Estuve a punto de...
- Dios, cállate o te juro que vomitaré.
- ¿Sabes lo mejor? Que es Rusa -dijo Liam orgulloso. Se levantó y apareció en la cocina. Genial, quería hablar de otro de sus grandes triunfos sexuales.
- Liam, por favor, cállate, de verdad. No me interesa.
- Eso que anoche no nos viste.
- Moriría atragantado con mi propia saliva antes que querer verte a ti haciendo guarrerías. Y hablando de guarrerías... Liam, mira esto -Sam señaló el montón de platos esparcidos por la cocina-. Es asqueroso y te tocaba limpiar a ti. Menos pajas y más trabajar.
Liam se echó a reír y dejó su cerveza sobre la encimera. Normalmente habría mandado a la mierda a Sam y a los platos, pero no lo hizo, lo que significaba que su 'Ultimo triunfo' había sido realmente bueno y reconfontante. Se puso a limpiar y Sam puso un posavasos bajo la cerveza. Liam le vio, chasqueo la lengua y sacudió la cabeza.
- ¿Qué? -Sam le miró intentando parecer un incomprendido.
- Nada, bueno sí, que eres un puto perfeccionista.
- Y tú un maleducado. No entiendo esa manía tuya de decir palabrotas cada vez que abres la boca.
- Verás Sammy, tú te criaste entre 'Sí, señor' y yo entre 'Que os den por culo a todos'. Venimos de familias realmente distintas. De todos modos, tú también dices tus cositas cuando te enfadas, ¿eh?
- Sí, quizá por eso somos tan amigos.
Liam afirmó varias veces y siguió con su tarea. Sam pensó en Holly y miró el reloj. Las 12:30. Holly ya habría llegado al Hotel y estaría besando a Ethan. Se preguntó si ella también pensaba en él en algún momento. Se fue a su habitación y cogió su portatil; lo siguiente que hizo fue encenderlo y conectar su movil al USB. Un tema de Moby sonó en los altavoces de su pequeño portatil. Mientras escuchaba, miró a Hannah que aun dormía. Movió las orejas y abrió los ojos. Se estiró y fue a pedir el cariño de Sam, que sin dudarlo le ofreció un hueco a su lado y comenzó a acariciarla.
- Debería dejar Facebook, ¿verdad Hannah?
Sam adoraba hablar con ella porque le daba la impresión de que le entendía. Hannah ladró y lamió la cara de su amo. Volvió a tumbarse esperando más caricias y así fue.

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